viernes, 15 de mayo de 2009

lo esencial es invisible para los ojos


- Porque lo decidiste? pregunto solamente por preguntar.

- Bueno, la verdad - le respondió sin pensar mucho - me permite alejarme de este planeta - y reflexionando un poco para si mismo, continuo - además me permite sentirme aunque sea un poco mas cerca de las estrellas.

- Bien por ti - acoto un poco mas interesado en este hombre que acababa de conocer - pero en el sentido mas practico, porque lo haces?

- No hay nada más reconfortante y hermoso que ver un atardecer ha 30.000 pies de altura.

Respondió ensimismado y con la mirada perdida en el horizonte.
El otro, ya sin entender mucho ha este hombre y perdiendo el interés en el le pregunto si eso lo consideraba practico.

- Claro, lo es para el alma, y si no lo es para ella, no lo es realmente para nada.

Aturdido ante tanta palabrería al aire y sin sentido se alejo refunfuñando para si mismo como podían existir personas tan poco practicas y útiles para el mundo.

Mientras tanto, el otro se quedo y siguió mirando como poco a poco comenzaba a meterse el sol entre las montanas y pensó en el secreto que aquel zorro le había dicho al pequeño príncipe:

"-Adiós -le dijo.
-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.
-Lo esencial es invisible para los ojos -repitió el principito para acordarse.
-Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella.
-Es el tiempo que yo he perdido con ella... -repitió el principito para recordarlo.
-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-, pero tú no debes olvidarla. "

martes, 5 de mayo de 2009

sus ojos, fueron sus ojos

Un hombre al borde de la locura se encuentra agobiado por sus propios demonios cuando en un momento de claridad, entremedio de un gentío que no le escuchaba comenzó a murmurar lo siguiente:

Sus ojos, fueron sus ojos, estoy seguro que fueron ellos los que me sedujeron y obsesionaron hasta la locura; fueron ellos los que me llevaron al estado en que hoy me encuentro.
En un principio pensé que pudo haber sido su personalidad, extraña y adorable, tan real y cínica al mismo tiempo; pero no, muy dentro mío sabia que no era su ego lo que me atraía y que poquito a poco comenzaba a volverme loco; había conocido durante toda mi vida a muchas mujeres con personalidades muchísimo mas atrayentes, la de ella...la de ella no superaba al común de las mujeres.
No fue eso, fueron sus ojos.
Pensé también que pudo haber sido su cuerpo, tan perfecto, bello y enormemente atractivo, sus caderas perfectas, su pancita plana, sus piernas hermosas o su completamente sensual figura, pero no, no fue su cuerpo, podría haber engordado, o haber sido amputada de cualquiera de sus miembros y aun así hubiese seguido yo obsesionado con ella.
No fue su cuerpo ni su figura, fueron sus ojos, un par maravilloso, eran ellos los culpables de mi desesperación y locura en la que poco a poco me sumergía al no poder tenerlos.
Si, lo se, fueron sus ojos, y hace ya mucho tiempo que no me observan, pero aun sigo sintiendo su mirada, esa ultima mirada al cerrar la puerta la ultima vez qué me miraban tras su despedida.
Sus ojos... fueron sus ojos.