De cuando en cuando cuando aún era niño viajaba con mis padres carreteras oscuras cielos estrellados los ojos fijos en el espejo de la puerta bailaban como luciernagas las luces de otros autos.
Hoy no hay luciernagas ni niños ni espejos mucho menos nuestros padres pero aún quedan carreteras oscuras y cielos estrellados
En un principio, señor lector, es indispensable que usted disponga de zapatos, estos son, en la mayoría de los casos, un par; parta así seleccionando el adecuado, para esto es muy conveniente informarse del estado del clima y la actividad a realizar durante la jornada; visto esto y ya seleccionado el par que calzará tómelos en sus manos o simplemente empújelos con sus pies hacia el borde de una superficie de apoyo, en ella usted deberá sentarse dejando los zapatos al alcance de sus manos, si le acomoda mas podrá o no colocarse calcetas, para esto recurra al manual correspondiente al uso y colocación de calcetines, superado esto tome el zapato derecho, ábrale los cordones (si es que los posee) e introduzca el pié correspondiente en él, del mismo modo hágalo con su pié izquierdo . Luego que ambos pies se encuentren dentro de los zapatos cerciórese de que estos le queden cómodos, así deberá apretar y atar los cordones, lo que usted podrá aprender en el apartado A de este manual. Hecho esto usted ya está con los zapatos correctos y bien puestos. Ante cualquier duda siga su intuición.
La culiá ta ahí, en la otra pieza. Ya, ¿puedo entra ahora? Pase nomás mi amor. Le respondió el tipo obeso, sucio que hablaba con el doctor ha eso de las cuatro de la madrugada en un motel de mala muerte a las afueras de la ciudad. El gordo vestía calzoncillos viejos, de esos con el elástico gastado, sus piernas, al igual que todo su cuerpo, carecían de toda vellosidad, las uñas de sus pies, mal cortadas y amarillas, se encarnaban en sus gruesos dedos carcomidos por los hongos, llevaba puesto encima una bata de seda púrpura con diseños japoneses, la cual le quedaba bastante corta y le daba una apariencia circense lo que había causado la risa del doctor apenas entró al cuarto. Gordo hijo de puta a que puta de mierda le robaste esa finura. Cállate mi amor y mejor mira la que tengo que mostrarte. Que decirte, weon. La misma wea. Mientras le contaba lo sucedido se percató del orden de la habitación, la número 11, olía a repelente para insectos y el cuerpo lipídico del gordo, todo transpirado, fermentaba alcohol. Menos mal que al parecer no había mas gente en el motel. Hacía frío y había niebla. La culiá ta ahí, en la otra pieza. Ya, ¿puedo entra ahora? Pase nomás mi amor. El gordo le paso las llaves de la pieza contigua, el otro dio media vuelta tomó la mochila que había dejado sobre la cama, caminó tres pasos y llego a la puerta e hizo un ademán de abrirla, volteó la cara, miro de arriba abajo al gordo. Esta te cuesta cara. Volvió la cara, abrió la puerta y no alcanzo a escuchar los gemidos del otro.
Antes de abrir la puerta de la habitación 12, sintió un escalofrío correr por todo su cuerpo, tomó la petaca de whisky malo que llevaba en el bolsillo de su chaqueta, abrió la tapa, bebió uno o dos tragos, la guardo en el mismo lugar, iba a abrir la puerta cuando notó nuevamente el olor a repelente de insectos, esta vez mezclado con un dejo a mierda y vómitos alcohólicos, al entrar estos se acentuaron, el cuarto era un asco, el piso de alfombra gris estaba decorado por restos de un pollo asado a medio comer, vidrios rotos, había mierda en parte de las paredes, un pote con palta negra, en una esquina un cenicero rebalsado de colillas y pisco, en una esquina parte de la pared y la alfombra quemada, la otra, meada, un desatornillador clavado en la pared dejaba ver restos de pelo en él, revistas porno en blanco y negro esparcidas por donde sea y una buena cantidad de vómito adornaban la TV de 21 pulgadas que incluía la habitación, sobre la cama , el cuerpo de la gorda yacía boca abajo, desnudo, lacerado, sangraba por el culo y había notorios signos de violencia contra él, se percató que muchos de ellos habían sido provocados después del deceso. Pobre gorda – pensó el doctor- y tan bien que le saltaban las tetas cuando la tenia uno encima. Sacó una cámara, de esas digitales, y tomo unas fotos a la escena que tenía ante si. La cagaita que dejaste, te va a salir el triple que la última vez. Vo sabis que ahora no tengo plata, pero que ya me llega. No me importa gordo culiao. Dio media vuelta, iba a marcharse cuando escuchó que el gordo le decía: Mi amor, te vai y ya sabis que te cago pal resto de tu vida. Bueno pero me pagai en cuotas. Salió de la habitación 11, abrió la puerta de la 12 y por primera vez en la noche se puso nervioso, algo faltaba en la pieza, estaba el mismo desorden, el mismo olor a mierda y vomitos, el mismo pollo asado a medio comer sobre el piso, el frasco con palta y la TV de 21 pulgadas, pero faltaba algo, sobre la cama, si sobre la cama ya no estaba el cuerpo de la gorda, lo reemplazaba un charco de sangre y zancudos revoloteaban a su alrededor, rápido sacó una foto, rápido volvió donde el gordo, cuando entró, este yacía en el sillón, muerto, cubierto de sangre.
Cuando la policía llegó al lugar, avisados por el fuerte olor a putrefacción de la habitación número 11, encontraron dos cuerpos masculinos tirados sobre la cama y una cámara, de esas digitales, con una única foto que mostraba a una gorda vestida con bata de seda de diseños japoneses, con un falo plástico amarrado a su cintura penetrando a uno de los dos muertos que estaban en la cama.
De la gorda jamás se supo nada, mucho menos de quien sacó la última foto.
Escribo estas líneas cubierto por el calor de una manta que aun conserva los olores de las flores y humos sacros usados en una ceremonia de sanación con plantas sagradas, ritual milenario donde bebimos el fruto de la tierra, conciencia infinita de Ayahuasca, infusión de vegetales amazónicos, planta maestra, que experimenté por primera vez y que sinceramente me ha hecho ver el mundo desde una perspectiva humana y a la vez divina, por algo Ayahuasca en Quechua significa la soga de los muertos, más aún, la liana que une a los vivos con los muertos, lo terrenal con lo supraterrenal, lo humano con lo divino, la carne con el espíritu, me une a mi conmigo, y aquí deseo detenerme unos momentos para tratar de expresarlo un poquito mas: esta soga conecta nuestro ente corpóreo con nuestro ser espiritual, esto es la mas pura, delicada y completa introspección que podría realizarse, pues mas aún, además de conectarnos con nosotros mismos nos conecta con la tierra, que es nuestra madre, casa, sustento y protección, ; así dejamos el cuerpo físico en un estado narcotizado y elevamos nuestro espíritu en un torrente delicioso hacia el infinito, que en realidad somos nosotros mismos, pues es cierta la afirmación que el universo es tan grande hacia fuera como hacia adentro y con la Ayahuasca nos sumergimos en estas maravillosas profundidades de nuestro ser y desde ahí comenzar a sanarnos, a trabajar desde nuestro interior hacia fuera, no curando síntomas sino que sanando de verdad, reorganizando y armonizando mi cuerpo con mi espíritu.
Ahora bien, realizar esta aventura, expedición, viaje, o más bien sanación no es posible sin la ayuda de alguien que nos guíe y nos cuide durante la ceremonia, dicho guía se le conoce como chamán, depositario de vasto y milenario conocimiento que ha aprendido durante largos años de ascetismo, estudio, uso y comprensión de la naturaleza, conocimientos que a su vez adquirió de un maestro, el cual siguió el mismo camino y fue precedido por otro chamán y así podríamos seguir remontándonos por muchísimos siglos, mas aya de la institucionalización de esta sociedad mal llamada moderna, antes de las guerras de independencia, anterior a la época colonial y mucho antes que la llegada del hombre blanco a América, mucho antes de todo esto el chamán ya era depositario del conocimiento de la naturaleza y capas de usarlas en beneficio de toda la comunidad para aliviar y guiar sus cuerpos y espíritus. Hoy en día aún existen chamanes que cumplen dicha función. Así, para realizar la curación con Ayahuasca lo necesitamos a él para guiarnos y cuidarnos durante esta ceremonia milenaria.
Ahora bien en esta época de modernidad, tecnología, conocimiento (conocimiento a medias solamente), se nos prohíbe el uso de estas sustancias naturales y sanadoras, mas aún se amedrenta a los usuarios y se criminaliza a nuestros guías, malamente por encontrarse tipificado el compuesto activo de la ayahuasca, DMT, en una lista que en algunos casos combina sustancias que no generan un real perjuicio en el individuo y las pone al mismo nivel de químicos que devastan a gran parte de la población, como por ejemplo clasificar a la marihuana al mismo nivel de la cocaína es una estupidez tan grande y que sirve de claro ejemplo de que lo que hace el CONACE en materia de prevención no siempre es lo adecuado.
Además de esto, me pregunto donde se encuentra la libertad del individuo de velar por si mismo, de realizar lo que mejor le parezca mientras no haga daño a los demás, más aún, el estado tiene el deber de contribuir a crear las condiciones sociales que permitan que todos y cada uno de los integrantes de la comunidad nacionallogren su mayor realización espiritual y material posible, con pleno derechos a los derechos y garantías establecidos en la constitución, así mismo es un derecho constitucional (artículo 19. 7º) la libertad personal y la seguridad individual, y esta libertad, creo yo, va muchísimo mas lejos, así, yo como individuo solo deseo poder realizarme como tal y que se me respete como persona adulta e individual, co razonamiento tal que pueda tomar mis propias decisiones, para lo cual el estado debe entregarme todas las herramientas posibles para que yo tome la decisión mas adecuada, pero que esa decisión la sea mía.
Así, con el sistema imperante hoy en día, en donde en vez de tratarnos como personas adultas, libres e inteligentes, capases de tomar decisiones, se nos trata como a niños pequeños irresponsables, y claro, si así se nos trata, somos una sociedad que no ha madurado y que probablemente nunca lo hará.
Si queremos individuos responsables es preciso que no se nos reprima en aspectos que son de nuestra propia intimidad e individualidad.
Dicen que todos los perros se van al cielo, tu no, tu te disuelves en los recuerdos, en la memoria, en los corazones de todos los que te conocían, mi viejita, eras símbolo de paz y tranquilidad, eras realmente la certeza de que los animales sienten y quieren, fuiste abuela, madre, amiga y sobre todo compañera, como olvidar dormir contigo, acostarme en tu guata, ahora quien me recibirá con una hojita o un palo en su hocico moviendo feliz la cola pese a tu displacia.
En fin, ya no habrá mas guata guata, pero tu recuerdo no se borra.
“ ¿Crees que no lo entiendo? El sueño imposible de ser. No de parecer, sino de ser. Consciente en cada momento. Vigilante. Al mismo tiempo, el abismo entre ‘eres para otros y para ti misma’, el sentimiento de vértigo y el deseo constante de, al menos, estar expuesta, de ser analizada, diseccionada, quizás incluso aniquilada. Cada palabra una mentira, cada gesto una falsedad, cada sonrisa una mueca. ¿Suicidarse? ¡Oh, no! Eso es horrible. Tú no harías eso. Pero puedes quedarte inmóvil y en silencio. Por lo menos así no mientes. Puedes encerrarte en ti misma, aislarte. Así no tendrás que desempeñar roles, ni poner caras ni falsos gestos. Piensas. Pero, ¿ves? La realidad es atravesada, tu escondite no es hermético. La vida se cuela por todas partes. Estás obligada a reaccionar. Nadie pregunta si es real o irreal, si tú eres verdadera o falsa. La pregunta sólo importa en el teatro. Y casi ni siquiera allí. Te entiendo, Elizabeth. Entiendo que estés en silencio, que estés inmóvil, que hayas situado esta falta de voluntad en un sistema fantástico. Te entiendo y te admiro. Creo que deberías mantener este papel hasta que se agote, hasta que deje de ser interesante. Entonces podrás dejarlo, igual que poco a poco fuiste dejando los demás papeles”.
De vez en cuando afloraban en su imaginación elocuentes frases y palabras que no tenían sentido alguno para otros, sin embargo, para él tenían mas sentido que cualquier cosa en todo este, su podrido mundo azul.
sábado, 12 de septiembre de 2009
Mientras tanto voy escuchando el fantástico disco que Seu Jorge realizo para esta película) se le puede ver en la foto entre el capitán Steve Zissou y la chica embarazada. Y bien, que ganas de ver el mar, de sentir, mejor dicho, dejarse sumergir en esa inmensa masa de agua salada y simplemente ver el horizonte por la proa, el horizonte por la popa, estribor y babor, de sentirse solamnte acomañado por uno mismo y la naturaleza. Esta película no deja de ser un tributo al mitico Capitán Jacques Cousteau representando varias de sus manías y genialidades como el crear los cascon con musica, su hijo no reconocido y su gran amor por los mares.
Si cuando te conocí era yo joven y hermoso, hoy en día soy viejo y feo, lo que la gente en la calle me lo recuerda a cada momento, incluso hoy un grupo de niños malcriados me ha gritado "viejo feo" y yo no los he visto, pero si los escuché, porque además de viejo y feo tengo muy buen oído y no deje nunca de escuchar las conversiones de los demás.
así, hoy te escribo para que no tengas sorpresa al reencontrarnos, pues yo se de muy buena fuente que tú, que eras vieja y fea, hoy eres joven y hermosa, así que solo espero que como yo, siendo joven y hermoso, te quise a ti, vieja y fea, hoy tú, joven y hermosa, me quieras a mí, viejo y feo.
Conocer vidas que desconozco desconocer la muerte que respiro dialogarme en silencio aullarle palabras a la brisa.
Alcanzar rutas inalcanzables llegar a pueblos irreales donde nacen todos los montes subir la altura de todos los montes mas alto que cualquiera de todos los montes .
Ser en la inmensidad del desierto abrir los ojos permanecer despierto sumergido en la profundidad de los valles donde me aguardan, suaves púas, millones de aguacollas ancestrales.